Schrödinger

El pobre gato, estaba vivo y no vivo a a la vez. Cosas de la cuántica. De la cuántica y de los experimentos teórico/mentales. Sin embargo, esas cosas pasan. Hay cosas que son y no son a la vez. Por ejemplo, puede que algo sea pero tú no lo sabes. Para ti, a todos los efectos, no es. Y sin embargo, es. Claro, cuando te enteras supone un cierto shock. Shock que puede ser mayor o menor, dependiendo de aquello de que se trate.

Evidentemente, cuanto más tiempo pase y más tiempo la cosa sea y no sea, mayor será el shock si al final es. Y digo si al final es porque si te encuentras la caja del pobre Schrödinger en tu jardín con, digamos un millón de euros (el pobre gato ya ha tenido suficiente, mejor lo dejamos tranquilo) pues resulta que has estado viviendo durante años con un millón de euros y tú no lo sabías. El shock, sin duda, estará asegurado.

En cambio, si abres la caja y resulta que hay un millón de euros en billetes del monopoli ... pues habrá shock igualmente, pero sin duda será uno muy diferente. Y puestos a cambiar el gato, si te encuentras la caja y resulta estar llena de excremento de perro ... entonces posiblemente es solo que has encontrado uno de esos agujeros que hace la pastora alemana y que tú rellenas con los excrementos de los demás para que no los reabra.

Un par de semanas quedan de este 2018. Un par de semanas en las que todavía pueden pasar muchas cosas. Más o menos las mismas que en cualquiera de los otros 25 pares de semana que tiene el año. Aproximadamente, un 4% de año. No es algo para desdeñar, es más bien para hacer dieta.

Un saludo, Domingo.

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