Mala Persona y tonto

Esta semana he bloqueado a la primera persona en Whatsapp. Se trata de mi antiguo inquilino, el mismo que me destrozó el apartamento y que tuvo que marcharse por no pagar. El mismo que me mintió mil veces diciendo que nunca olvidaría lo bien que lo había tratado, que me pagaría lo que me debía, que arreglaría los desperfectos ... etc.

Esta vez me envió un mensaje diciendo que era mala persona, que mis mentiras y las de mi abogado habían causado que él estuviera viviendo en la calle, con seis hijos que mantener y mil deudas. Hasta comentaba que se lavaba en el mar. Así mismo manifestaba su creencia en Dios y en el carma (sic) y en que al final todo acabaríamos en nuestro sitio. El mensaje acababa con un "y eres la mala gente que he conocido en esta vida". 

El mensaje, deslavazado e incoherente en muchos momentos parecía haber sido enviado por el alcohol. El mismo alcohol que solía llenar las botellas y botellines de diferente índole que, vacíos, me había dejado en el apartamento. Estoy seguro de que así es. De hecho, pensé en responderle que buscara ayuda en alguna asociación. Sin embargo, reconozco que me entró un cierto temor a poder "alimentar al troll" y simplemente lo bloqueé sin contestarle.

Yo hice en su momento todo lo que pude por él y le ofrecí mi ayuda incluso cuando ya había perdido mi confianza. Él tiene, espero que todavía viva, a sus padres, sus hermanos, su exmujer y hasta sus hijos. Si ellos no le prestan la ayuda que necesita o si él la rechaza, no debo esperar que haga algo diferente con la mía.

Y esta semana me han respondido de la oficina de Liberbank. Tras cuatro semanas reclamándolo por tierra, mar, aire y twitter, acudiendo a tácticas como citar a otras cuentas que pudieran reprocharle su actitud cuando explicaba que ni me devolvían la comisión ni contestaban mis correos diarios. Me respondieron con una lacónica frase. Podía pasarme por la oficina cuando quisiera. Es de suponer que se referían al cierre de cuenta que mencionaba en uno de mis mensajes anteriores. Les volví a preguntar por el estado de la comisión ilegal que me habían cobrado y me respondieron con otras dos lacónicas frases. "No sabemos nada. Lo siento". Motivo por el cual volví a pedir que lo reclamaran (que hicieran su trabajo, debía haber dicho).

Pero esto no es lo más curioso. En uno de mis mensajes de Twitter me di cuenta de que había dos cuentas críticas con la actuación de Liberbank e intenté interaccionar con ellas. Al día siguiente una persona me había seguido. Miré el perfil y sus escasos tuits para descubrir ciertas afinidades. Pensé que sería por tener problemas con Liberbank. Pero me equivocaba. De cabo a rabo. La siguiente vez que mencioné a esas cuentas críticas recibí una respuesta del amigo seguidor:
"Te iba a decir que no eres más tonto porque no entrenas ... Pero tu (sic) entrenas no?"

Un tanto estupefacto pues el mensaje solo podía estar causado por la reiteración en la crítica a Liberbank, mi respuesta fue la siguiente:
"Y hasta respeto a todo el mundo. Incluso a ti sin conocerte. Gracias por seguirme solo para insultarme. A diferencia de otros tengo que entrenar porque no me sale de forma innata. Seguiré en ello hasta cumplir mi objetivo. Feliz Navidad."

Pensé que quedaría ahí la cosa pero acabo de comprobar, no sin cierta sorpresa, que recibí respuesta hace unos minutos:
"tienes razón. Discúlpame por favor, mi comentario no tenía sentido"

Así que, disculpado, y ahí se quedará la cosa. Espero.

Pero no deja de ser curioso, dos insultos aparentemente gratuitos la semana antes de Navidad. En un caso me insultan porque de alguna forma el alcohol debe pensar que todo iba muy bien hasta que me encontró y me porté con él mejor de lo que posiblemente lo hayan hecho los demás. Y como no es de esperar que se eche la culpa a sí mismo, pues me la echa a mí. Hace tiempo que debe haber interiorizado sus mentiras (o yo las mías, aunque las mías convencieron al juez porque él no pudo refutarlas)

En otro me insultan por alguna extraña razón solo para decir a continuación que el comentario no tenía sentido. Reconozco que me extrañó el tipo de disculpa. Hubiera entendido un "No debí hacerlo" o similar pero ese "mi comentario no tenía sentido" me dejó un poco en fuera de juego.

En cualquier caso, insultos pasados no mueven molino aunque sí dan o pueden dar lugar a una entrada en un blog. Por cierto, Feliz Navidad.

Un saludo, Domingo.

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