¿Cosas de pillos?

Esta mañana he ido a un gran almacén de la construcción. Como necesitaba comprar algo voluminoso, cogí un carrito. Igualmente, como iba a comprar algo poco voluminoso en un pasillo estrecho, dejé el carrito apartado un par de minutos. Durante ese tiempo me pareció ver una persona con actitud extraña cerca del carro. Pero el carro estaba vacío así que no le di mayor importancia. Conseguí lo que estaba buscando, cogí el carro, terminé de llenarlo con lo que había ido a buscar y pasé por caja.

Al llegar al coche, solté la compra en el maletero y fui a devolver el carro. Cuál no sería mi sorpresa al ver que ya no había moneda dentro. Y no una moneda cualquiera, 50 céntimos, 1 ó 2 euros. No, una moneda falsa con la imagen de un carrito que solo sirve para eso. Además es (o mejor dicho era) metálica de forma que la solía llevar en el llavero del coche. De esta forma me aseguraba que nunca me quedara sin moneda para el carro o tuviera que cambiar.

Tenemos cientos de cosas inútiles. Gastamos miles de euros a lo largo de nuestra vida en cosas que apenas usamos cuando la usamos. Esta fue un regalo, un regalo publicitario, de hecho. De la Diputación de Málaga, para más señas. Sin embargo, era muy útil y lo usaba cada vez que iba a una gran superficie comercial y necesitaba un carro. No solo eso, al ser magnético, a veces servía para juguetear con él dentro o fuera del bolsillo.

Pero lo perdí. Esta mañana lo perdí. Existen diferentes explicaciones, más o menos plausibles, pero que se pueden resumir en dos:

Buena fe:
Alguna persona había dejado también su carro allí y se confundió al cogerlo. Recuerdo haber visto un segundo carro. Sin embargo, creo que lo recogí del mismo sitio donde lo dejé por lo que es probable que no haya sido el caso. Desde luego, si al ir a entregarlo vio que tenía una moneda falsa, o no buscó al dueño o no lo encontró.

Mala fe:
Puedo imaginar a alguien que se dedica a coger un carro con una moneda, sacarla y utilizar ese carro para darle un cambiazo a uno desatendido. El modus operandi puede variar, incluso podría intentar quitar la moneda del carro desatendido sin necesidad de dar el cambiazo pero bueno, poco importa. De ser el caso, quizás tenga en casa una colección de monedas de carro que quita de la circulación para aumentar las posibilidades de coger una buena la próxima vez.

Suponiendo que fuera esto segundo y que la persona fuera capaz de realizar el timo varias veces al día en diferentes centros comerciales (imagino que los vigilantes calarían pronto a quien va a menudo y no compra) no creo que el botín pueda ser muy alto y, sinceramente, posiblemente menos lucrativo que cualquier trabajo. En este sentido, cuando yo entraba me encontré con un empleado y un guarda de seguridad hablando, aparentemente, de alguien que se les había escapado.

Así pues, a pesar de no poder asegurar que haya sido un pillo quien haya acabado con mi 'falsa monea'  en el bolsillo, tampoco puedo descartarlo. Y de hecho, bastante tiempo he perdido ya con esto que hasta le he dedicado una entrada. En vez de eso, creo que me voy a pedir otra moneda similar para Reyes :-D.

Un saludo, Domingo.


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