¿Es tan difícil?
Tuve un tiempo en el que hababla mucho de la amistad. No se me pasó del todo. La amistad sigue siendo un elemento recurrente en las entradas del blog. Quizás y solo quizás, ahora ha dado paso a la profesionalidad o su reverso la incompetencia.
¿Es tan difícil hacer tu trabajo sin que te lo tengan que recordar dos veces por semana?. Llamé la semana pasada. Me dijeron que Correos había devuelto la carta el día 10 de enero. Debía estar a punto de llegar. Llamé de nuevo días después. Igual respuesta. Recordé las consecuencias. Lo único que recibí fue una versión ligeramente diferente de la respuesta inicial. Esta vez debía volver a llamar y, en caso de no haber recibido la carta, recordar de nuevo el tema de las consecuencias. Llamé y dos semanas después de que Correos iniciara el proceso de devolución de la carta, todavía no se sabía nada. En ese momento se procedió a dar una solución temporal hasta que pudieran conseguir poner las manos sobre la dichosa cartita enviada por ellos a una dirección errónea.
Si alguien te proporciona un servicio y sobre todo si ya te han llamado un par de veces sobre una situación que no es normal, ¿es tan difícil preguntar por la carta en una de esas dos o tres veces que dices que vas a Correos cada semana?. ¿Es tan difícil devolver una llamada o enviar un mensaje sin que antes te llamen a ti?
Parece que sí. Y ese es un caso pero hay más. Muchos más. Ahora mismo recuerdo dos más. En ambos casos me habían enviado un correo. En ambos casos yo había respondido. En uno de ellos la respuesta había pasado desapercibida. Puede pasar, sobre todo si era algo más "informal" y además la persona no cobra por realizar ese trámite. En otro caso se cometieron no uno sino dos errores. El primero, aparentemente, no ser capaces de ver un archivo que iba adjunto. El segundo no comunicarlo. Unos días más tarde pregunté sobre el tema. Me llamaron al rato y durante la charla se solucionó el error y quedó claro que había estado en su lado.
Quizás estoy siendo injusto. El otro día, en mi trabajo, me hablaron de un correo. Pregunté si me lo podían reenviar y me dijeron que ya lo tenía. Así era. En mi descargo está que no era un correo sobre el que yo debiera hacer nada sino que simplemente estaba "en copia". No es extraño que me ocurra. Sí que es extraño si se trata de un correo dirigido a mí para que yo haga algo.
Así que sí, puede pasar. A todos nos puede pasar. Lo raro es que haya profesiones con las que siempre me pasa a mí. Lo raro es que tenga que ser yo siempre el que pregunta cuando mi trabajo no es ese y el suyo sí. Lo raro y lo difícil, hoy en día, es encontrar alguien que haga su trabajo con eficiencia.
Por ejemplo los que revisan las denuncias en blogger. Cada semana denuncio que el perfil que tiene mi antiguo blog solo tiene blogs vacíos. Un ejemplo de libro de usar esos blogs, muy variopintos, para algo que normalmente no es bueno. Cada semana vuelvo a mirar y el estado es el mismo. Es posible que algún día lo recupere. Y si no lo recupero pues ya está. Ahora mismo el dolor del codo al jugar al pádel es una mayor preocupación si he de ser sincero.
Un saludo, Domingo.
¿Es tan difícil hacer tu trabajo sin que te lo tengan que recordar dos veces por semana?. Llamé la semana pasada. Me dijeron que Correos había devuelto la carta el día 10 de enero. Debía estar a punto de llegar. Llamé de nuevo días después. Igual respuesta. Recordé las consecuencias. Lo único que recibí fue una versión ligeramente diferente de la respuesta inicial. Esta vez debía volver a llamar y, en caso de no haber recibido la carta, recordar de nuevo el tema de las consecuencias. Llamé y dos semanas después de que Correos iniciara el proceso de devolución de la carta, todavía no se sabía nada. En ese momento se procedió a dar una solución temporal hasta que pudieran conseguir poner las manos sobre la dichosa cartita enviada por ellos a una dirección errónea.
Si alguien te proporciona un servicio y sobre todo si ya te han llamado un par de veces sobre una situación que no es normal, ¿es tan difícil preguntar por la carta en una de esas dos o tres veces que dices que vas a Correos cada semana?. ¿Es tan difícil devolver una llamada o enviar un mensaje sin que antes te llamen a ti?
Parece que sí. Y ese es un caso pero hay más. Muchos más. Ahora mismo recuerdo dos más. En ambos casos me habían enviado un correo. En ambos casos yo había respondido. En uno de ellos la respuesta había pasado desapercibida. Puede pasar, sobre todo si era algo más "informal" y además la persona no cobra por realizar ese trámite. En otro caso se cometieron no uno sino dos errores. El primero, aparentemente, no ser capaces de ver un archivo que iba adjunto. El segundo no comunicarlo. Unos días más tarde pregunté sobre el tema. Me llamaron al rato y durante la charla se solucionó el error y quedó claro que había estado en su lado.
Quizás estoy siendo injusto. El otro día, en mi trabajo, me hablaron de un correo. Pregunté si me lo podían reenviar y me dijeron que ya lo tenía. Así era. En mi descargo está que no era un correo sobre el que yo debiera hacer nada sino que simplemente estaba "en copia". No es extraño que me ocurra. Sí que es extraño si se trata de un correo dirigido a mí para que yo haga algo.
Así que sí, puede pasar. A todos nos puede pasar. Lo raro es que haya profesiones con las que siempre me pasa a mí. Lo raro es que tenga que ser yo siempre el que pregunta cuando mi trabajo no es ese y el suyo sí. Lo raro y lo difícil, hoy en día, es encontrar alguien que haga su trabajo con eficiencia.
Por ejemplo los que revisan las denuncias en blogger. Cada semana denuncio que el perfil que tiene mi antiguo blog solo tiene blogs vacíos. Un ejemplo de libro de usar esos blogs, muy variopintos, para algo que normalmente no es bueno. Cada semana vuelvo a mirar y el estado es el mismo. Es posible que algún día lo recupere. Y si no lo recupero pues ya está. Ahora mismo el dolor del codo al jugar al pádel es una mayor preocupación si he de ser sincero.
Un saludo, Domingo.
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