Vacaciones
Vacaciones, merecidas vacaciones. O eso espero. Por lo pronto en el trabajo no creo que estén demasiado descontentos. Y si lo están lo disimulan bien. Más bien deben estar descontentos por otras cosas. Tal como pasa en la vida personal, hay cosas que o las hago yo o no las hace nadie.
Por ejemplo, mi hermano. Me pregunta mil veces acerca de qué móvil comprarse. La decisión es sencilla, por la cantidad que él quiere gastarse, un móvil de gama media/alta, cualquier móvil es bueno. Que elija el que más le guste y ya está. En realidad la decisión no es sencilla, solo debería serlo. Y por último, cuando ya parece decidido tras un par de semanas de darle vueltas, al salir de casa no tiene otra cosa más que decirme que me ha dejado en su portátil la página con el móvil que quiere. Yo solo tengo que crearme una cuenta, registrarme, pagarlo (al menos no con mi dinero) y poner que se lo envíen. La comodidad elevada a la enésima potencia.
Por ejemplo, mi padre. Con serios problemas de movilidad, ha dejado de ir al gimnasio. Tras varias semanas de inactividad en las cuales solo mi madre durante la semana y yo los sábados intentamos convencerlo mientras mi hermano directamente pasa, me harto y le compro una cinta de andar.
Por ejemplo, mi padre y mi hermano. La cinta llegó el jueves, si no recuerdo mal. Al llegar yo hoy, me la he encontrado (no esperaba otra cosa) sin desembalar y el antiguo sillón sin desmontar. Al llegar de jugar al fútbol, me he puesto a desmontar el sillón y luego a montar la cinta. Mi padre no ha mostrado el más mínimo interés, el que espero que muestre por la propia cinta (a pesar de que hace solo unos días decía que iba a volver a recuperar la forma en breve). Mi hermano tampoco. Solo ha venido cuando le he pedido que intentara quitar un tornillo que se me resistía. No lo consiguió y tampoco hizo falta porque descubrí que podía quitar otro tornillo y conseguir el mismo resultado.
No solo eso, solo se pueden tirar muebles los martes por la noche. Por ese motivo no he podido sacar hoy las piezas del antiguo sillón. Mucho me temo que será mi madre quien las tire el martes.
Pero bueno, quitando sillones y cintas andadoras. Hoy empiezan mis vacaciones. Habrá que disfrutarlas.
Un saludo, Domingo.
Por ejemplo, mi hermano. Me pregunta mil veces acerca de qué móvil comprarse. La decisión es sencilla, por la cantidad que él quiere gastarse, un móvil de gama media/alta, cualquier móvil es bueno. Que elija el que más le guste y ya está. En realidad la decisión no es sencilla, solo debería serlo. Y por último, cuando ya parece decidido tras un par de semanas de darle vueltas, al salir de casa no tiene otra cosa más que decirme que me ha dejado en su portátil la página con el móvil que quiere. Yo solo tengo que crearme una cuenta, registrarme, pagarlo (al menos no con mi dinero) y poner que se lo envíen. La comodidad elevada a la enésima potencia.
Por ejemplo, mi padre. Con serios problemas de movilidad, ha dejado de ir al gimnasio. Tras varias semanas de inactividad en las cuales solo mi madre durante la semana y yo los sábados intentamos convencerlo mientras mi hermano directamente pasa, me harto y le compro una cinta de andar.
Por ejemplo, mi padre y mi hermano. La cinta llegó el jueves, si no recuerdo mal. Al llegar yo hoy, me la he encontrado (no esperaba otra cosa) sin desembalar y el antiguo sillón sin desmontar. Al llegar de jugar al fútbol, me he puesto a desmontar el sillón y luego a montar la cinta. Mi padre no ha mostrado el más mínimo interés, el que espero que muestre por la propia cinta (a pesar de que hace solo unos días decía que iba a volver a recuperar la forma en breve). Mi hermano tampoco. Solo ha venido cuando le he pedido que intentara quitar un tornillo que se me resistía. No lo consiguió y tampoco hizo falta porque descubrí que podía quitar otro tornillo y conseguir el mismo resultado.
No solo eso, solo se pueden tirar muebles los martes por la noche. Por ese motivo no he podido sacar hoy las piezas del antiguo sillón. Mucho me temo que será mi madre quien las tire el martes.
Pero bueno, quitando sillones y cintas andadoras. Hoy empiezan mis vacaciones. Habrá que disfrutarlas.
Un saludo, Domingo.
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