Un cuarto de siglo
El miércoles jugué al pádel. Durante el partido, como viene siendo habitual, tuve que cambiarme de camiseta pues la primera estaba empapada. Normalmente empapo dos pero a veces incluso empiezo la tercera. Y eso que una parte no desdeñable del sudor se queda en la gorra o en la muñequera. Pero esto no es nada nuevo. Hace ya años, un cuarto de siglo quizás, llegué a pesarme antes de hacer deporte y después de hacerlo. Por aquel entonces no me hidrataba durante la práctica deportiva por lo que la diferencia de peso era sudor neto. Tres kilos, fue el resultado. Había perdido tres litros de agua mientras hacía deporte. Por aquel entonces, quizás tuviera ya la camiseta de fútbol a rayas blancas y verdes que pudiera parecer bien del Betis o casi incluso mejor, del Córdoba. No es de ninguno de ellos. Era una de las equipaciones que la marca blanca de El Corte Inglés tenía en aquel momento. Esas camisetas salieron buenas. Al menos la mía. Este miércoles, tras empapar la segunda camiseta d...