Apariencias
¿Qué puede llevar a una persona a dejarse llevar, dejarse caer? Imagino que es complicado. Imagino que salvo que estés en esa situación y esperemos no estarlo nunca debe ser realmente complicado entenderlo. Solo puedo intentar utilizar datos que conozco o que he ido conociendo con el tiempo para hacerme una composición de lugar que pueda ser cierta ... o quizás no.
Vayamos por partes. Hasta la semana pasada pensaba que no me pagaban el alquiler porque no querían. Pensaba que no querían porque de haber querido, qué menos que hablar de la situación e intentar solucionarla. Pero han sido meses de silencio con pocos gestos pero gestos que hacían entender que no había ningún tipo de voluntad de entendimiento.
El miércoles me dicen que, a pesar de haberse comprometido antes el juez de dejar libre el apartamento el jueves, en realidad necesitan hasta el domingo. Todos tendemos a pensar que los demás son como nosotros y que puestos a ordeñar una vaca, la ordeñas mientras puedas y cuando no puedas te buscas otra vaca que ordeñar. Y la buscas con tiempo. La petición de prórroga, por lo pronto, hablaba mal de la planificación de la otra persona que había tenido muchos meses antes del juicio y más de un mes, después del mismo, para buscar vaca.
La excusa no era maravillosa pero era creíble y en cualquier caso, por tres días no iba a dejar de portarme como siempre lo he hecho. Así pues, accedí pero dejé claro que no quería tener ninguna sorpresa. Me aseguraron que ninguna habría.
Sin tener más noticias, el sábado por la noche pregunto si el domingo a las 12:00 era buena hora para la entrega de llaves. Mi sorpresa fue mayúscula al leer, no ya que no, sino que la mudanza estaba muy poco avanzada pues decía que le iban a quedar todavía muchas cosas.
En cualquier caso, quedamos a las 18:00. Me acosté y por la mañana vi un mensaje posterior que parecía más provocador que otra cosa. Me decían que fuera yo el que enviara esa gran cantidad de cosas. O si no, que podríamos hablarlo. Simplemente no contesté. Inicialmente por indignación, después por el destacado olor a provocación.
Mi abogado me aconsejó ir acompañado para tener testigos y eso hice. De hecho a última hora apareció mi primo de Zumosol y eso aseguraba además tener el factor numérico de mi parte. No hizo falta. Media hora antes, cuando nos preparábamos para salir, me llamaron (entiendo que porque no había contestado a un whatsapp que no había visto) diciendo que dejaban las llaves en el buzón. Allí estaban.
El problema fue la entrada a la casa. La última vez que estuve fue hace un año y el estado de algunas cosas era mejorable pero al menos estaba mínimamente ordenada. Esta vez estaba todo lleno de objetos inservibles por todos los lados. Mi hermano fue a los pocos días a limpiar y llenó casi cuatro contenedores de basura con el contenido del apartamento.
Junto a eso, los destrozos que ya había visto el año pasado, achacados en su momento a un electricista manazas pero que ahora creo que se debieron a una pelea con su hijo. Además, una gran humedad problema de la comunidad de la cual solo me informaron el día del juzgado cuando mi abogado les hizo prometer que entregarían el apartamento en condiciones de habitabilidad.
Al día siguiente me sentí más optimista. La basura se tiraba, la humedad la debía solucionar la comunidad y los daños de albañilería son de baja cuantía. Además, tengo gente interesada, tanto en el alquiler como en la compra (aunque ninguno ha visto todavía el estado actual).
Y junto a ese optimismo o casi opuesto a él, una sensación de tristeza. ¿Cómo se puede alguien dejar caer tanto? La última conversación daba a entender a las claras que no había podido encontrar ningún sitio pues curiosamente a la persona a la que "sustituía" en su nuevo hogar, le había pasado lo mismo y había tenido que extender su estancia. Me he creído todas sus mentiras. He querido creérmelas.
Lo único que he perdido han sido unos meses de renta. Casi un año. Pero creo que no me he podido comportar mejor. He dado mucho más de lo que he recibido. Incluso antes de demandar estuve llamando diariamente durante dos semanas. Antes de eso, las pocas veces que conseguí hablar con su madre, le reiteré que mi interés era hablar con él y llegar a algún tipo de acuerdo.
En la casa, numerosas cartas cuidadosamente ordenadas (lo único) de sus muchos acreedores. Yo pensé que habría estado usando el dinero que no me pagaba para pagar a otra gente pero parece ser que tampoco. Parece que para lo que sí le llegaba el dinero era para comprar cerveza. Un ticket de un par de días atrás mostraba la compra de varias botellas de cerveza. Aunque también es cierto que cuando hablé con él o cuando me lo encontré en el juzgado no parecía ebrio.
Esa es la composición de lugar que me hago. En cambio, lo que percibí por la otra parte fue solo un interés excesivo en mantener las apariencias cuando no de provocar. Yo recordaba que tenía un coche pequeño. En uno de sus mensajes me dijo que su coche era grande pero no tanto como para llevarse todo. La nevera estaba desconectada y el congelador no había sido abierto en mucho tiempo. Tuve que usar un destornillador. En su lugar había puesto una pequeña que quizás habría comprado a uno de esos acreedores. Un mensaje decía que había gastado no sé cuántos euros en recargar el gas de la nevera y no había funcionado. De igual forma había gastado también 50 euros cada vez que se le atascaba el fregadero.
No lo juzgo. Ya lo juzgarán otros. Alguna vez me he planteado cómo me he comportado con él y el resultado siempre ha sido el mismo. La facilidad que tengo para dormir es sinónimo de mi paz mental. Dios no lo quiera pero incluso si mañana me enterara de que su espiral de auto-destrucción ha acabado de forma trágica, me dará mucha pena pero no podré sentirme culpable. Creo que no solo le he ayudado sino que lo he hecho tanto voluntaria como involuntariamente y además he estado siempre ahí con un talante que no ha sido correspondido. A diferencia de lo suyo, lo mío, no fueron apariencias.
Un saludo, Domingo.
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