La semana pasa los sábados
Durante muchos años, el momento en el que me daba cuenta de que ya había pasado toda una semana era el partido de fútbol de los jueves. Ahora no hay partido de fútbol de los jueves. Ahora hay partido de pádel de frecuencia variable. En lunes, en martes ... y a veces también en viernes. Aparte de alguno suelto los domingos por la tarde. Normalmente una media de dos a la semana. Más dice mi hombro que no. Posiblemente porque no sé jugar bien.
En cualquier caso, no hay partido de fútbol los jueves. Los jueves, no hay un momento genuinamente para mí en el que voy pensando en lo que sea y ese lo que sea, a menudo, implica darse cuenta de que ya ha pasado una semana completa.
Algo parecido pasa a principios o finales de mes cuando sí me doy cuenta de que ya ha pasado un mes entero. De hecho, ya estamos a tres de Febrero, el primero de los doce meses ha volado y junto a él, la mitad del invierno. Por mucho que ahora nos vayan a llegar unos días de frío.
Así pues, sin partidos los jueves, sin otras acciones que sean claramente semanales, ahora la semana pasa los sábados. No pasa los lunes o los martes al ir o venir del trabajo, posiblemente porque eso pasa todos los días.
De hecho, me pregunto por qué la semana antes pasaba los jueves pues también podría haber pasado los sábados igualmente. Mi respuesta es probablemente porque los jueves había un paseo de unos 5-10 minutos desde y hasta el coche que me permitía pensar en ello. Los sábados, en cambio, no existía ese paseo. Ahora sigue sin existir pero posiblemente lo que ya sí existe es la costumbre.
Hablando de costumbres, uno se acostumbra a lo bueno. Eso es más que sabido. Llevo cinco años en un tipo de trabajo que, con sus más y sus menos, es mucho mejor que el tipo de trabajo que hice durante los primeros trece años de mi vida laboral. De hecho, no he caído pero este enero se han cumplido 18 años de vida laboral. Mi vida se divide básicamente en:
18 años antes de la universidad
5 años de universidad/formación en informática
18 años trabajando
Decían hace no mucho que Will Smith ya era mayor que el actor que hacía de tío Phill cuando saltó a la fama. Decían hace una o dos semanas que los protagonistas de la serie de televisión "This is us" habían vivido más tiempo (en la ficción) sin su padre que con él. No sé si lo comenté hace poco en el blog. Si no, yo ya he vivido más tiempo sin mi abuelo materno y mi tía paterna que con ellos.
Un compañero me decía el otro día que su mujer no aceptaba que en los próximos 10 años posiblemente perderían a sus padres. No es que sea seguro, es solo que es probable. El tiempo pasa ineluctablemente. Minuto a minuto, día a día, semana a semana. Sábado a sábado.
Un saludo, Domingo.
En cualquier caso, no hay partido de fútbol los jueves. Los jueves, no hay un momento genuinamente para mí en el que voy pensando en lo que sea y ese lo que sea, a menudo, implica darse cuenta de que ya ha pasado una semana completa.
Algo parecido pasa a principios o finales de mes cuando sí me doy cuenta de que ya ha pasado un mes entero. De hecho, ya estamos a tres de Febrero, el primero de los doce meses ha volado y junto a él, la mitad del invierno. Por mucho que ahora nos vayan a llegar unos días de frío.
Así pues, sin partidos los jueves, sin otras acciones que sean claramente semanales, ahora la semana pasa los sábados. No pasa los lunes o los martes al ir o venir del trabajo, posiblemente porque eso pasa todos los días.
De hecho, me pregunto por qué la semana antes pasaba los jueves pues también podría haber pasado los sábados igualmente. Mi respuesta es probablemente porque los jueves había un paseo de unos 5-10 minutos desde y hasta el coche que me permitía pensar en ello. Los sábados, en cambio, no existía ese paseo. Ahora sigue sin existir pero posiblemente lo que ya sí existe es la costumbre.
Hablando de costumbres, uno se acostumbra a lo bueno. Eso es más que sabido. Llevo cinco años en un tipo de trabajo que, con sus más y sus menos, es mucho mejor que el tipo de trabajo que hice durante los primeros trece años de mi vida laboral. De hecho, no he caído pero este enero se han cumplido 18 años de vida laboral. Mi vida se divide básicamente en:
18 años antes de la universidad
5 años de universidad/formación en informática
18 años trabajando
Decían hace no mucho que Will Smith ya era mayor que el actor que hacía de tío Phill cuando saltó a la fama. Decían hace una o dos semanas que los protagonistas de la serie de televisión "This is us" habían vivido más tiempo (en la ficción) sin su padre que con él. No sé si lo comenté hace poco en el blog. Si no, yo ya he vivido más tiempo sin mi abuelo materno y mi tía paterna que con ellos.
Un compañero me decía el otro día que su mujer no aceptaba que en los próximos 10 años posiblemente perderían a sus padres. No es que sea seguro, es solo que es probable. El tiempo pasa ineluctablemente. Minuto a minuto, día a día, semana a semana. Sábado a sábado.
Un saludo, Domingo.
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